04 Jun Nazional
Hola,
Un día como hoy, el 28 de marzo de 1939, tras unas frágiles negociaciones entre el Consejo Nacional de Defensa de Segismundo Casado y el autodenominado Cuartel General del Generalísimo celebradas en el aeródromo de Gamonal, se firmó la rendición del Gobierno legítimo en el Hospital Clínico de Madrid y las tropas franquistas entraron en la ciudad sin encontrar resistencia. Desde la Casa de Campo cruzaron el río Manzanares y entraron por la Ciudad Universitaria, dando comienzo desde ese mismo momento a una administración de la «victoria» que supondría miles de asesinatos y cuarenta años de férrea dictadura militar.
Cuatro días después de tomar la capital, Radio Nacional de España emitiría el último parte de guerra de Franco, que sería repetido incesantemente durante la dictadura por la propaganda franquista: «En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. Burgos, 1.º de abril de 1939, año de la Victoria. El Generalísimo, Franco».
En el mismo lugar por donde entraron las tropas golpistas, Franco erigió el llamado Arco de la Victoria, para festejar el hecho y para que la población recordase «para siempre» qué significaba exactamente la derrota de la República. Y decir «para siempre» no parece ninguna exageración, porque 85 años después de la caída de Madrid, el Arco sigue en pie, desafiante, incólume, sin que ningún gobernante haya hecho nada por acabar con la humillación constante que ejerce sobre toda la sociedad.
En 2021 publicamos nuestro libro Do you remember Franco?, en el que el fotógrafo Clemente Bernad merodea como un perro callejero por el Arco de la Victoria y por los otros dos monumentos de exaltación fascista más importantes del Estado: el Valle de los Caídos y el Monumento a los Caídos de Pamplona / Iruñea.
El título es una pregunta que se hizo el cantante Phil Ochs en 1963 en su canción Spanish Lament en On My Way (1963 Demo Session), que también sería conocida como Spanish Civil War Song. En ella se pregunta si aún se recuerda a Franco, el aliado de Hitler; si se recuerda cómo acabó con la democracia española cometiendo cientos de miles de crímenes; si se recuerda el papel de la Iglesia católica. Se pregunta si recordamos la lucha contra el fascismo y su incomprensible y paulatino reconocimiento internacional. Se pregunta por qué el olvido es el precio que pagamos para lavar nuestras conciencias. Se pregunta si alguna vez nos hemos preguntado el porqué; si alguna vez nos hemos parado a pensarlo; si nos hemos parado a llorar.
Y hoy seguimos sin ser capaces de dar ninguna respuesta. Amordazados. Mudos. Ni siquiera somos capaces, aquí y ahora, en el año 2021, de formularnos las mismas preguntas que se hizo Phil Ochs, verdaderos tabúes para la sociedad española.
El blanqueamiento del fascismo que se hace en la nueva Ley de Concordia de PP y VOX en Castilla y León lo confirma de manera letal.
Si te interesa el libro, puedes adquirirlo en nuestra tienda.
Salud.
PD. «En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército faccioso, han alcanzado las tropas republicanas sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. Madrid, 1 de abril de 1939. Manuel Azaña, presidente de la República». Quizá para los amantes del simulacro y de la Inteligencia Artificial sirva para algo, pero en realidad no sirve para nada: solo es el inicio de la novela de Jesús Torbado En el día de hoy.
PD2. Radio Nacional de España fue fundada por el legionario golpista José Millán-Astray en Salamanca el 19 de enero de 1937. Por si a alguien le cabe alguna duda, el «nacional» del nombre le viene directamente del adjetivo «nacional» que se autoimpusieron los sublevados. Sigue con el mismo nombre.
PD3. El primer emisor, que era un Telefunken de 20KW, fue un regalo de la Alemania nazi al nuevo Estado franquista.
PD4. El Ayuntamiento de Madrid gobernado por Manuela Carmena cambió el nombre de la C/José Millán Astray por el de C/Maestra Justa Freire, dedicada a la maestra republicana represaliada. Sin embargo, en 2021 el «Tribunal Superior de Justicia de Madrid» devolvió la calle al militar genocida. El actual alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, mostró durante la inauguración del monumento al legionario su admiración al cuerpo militar y «al general Millán Astray, su fundador».
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