Hay un tipo de silencio que habla, que trona, que denuncia. Y existe en las fosas de los asesinados desde el golpe de Estado de julio de 1936, que todavía hoy aguardan su apertura. El sonido comienza con el desentierro de esos cuerpos escondidos pero no olvidados. En las fotografías de Clemente Bernad puede escucharse el rumor de los muertos y la exigencia de verdad, justicia y reparación. La obra constituye un testimonio riguroso del proceso científico, político y sentimental
que acompaña cada exhumación.
Los hallazgos reconstruyen aquello que no tuvo documentación y se complementa con los textos de autores como Manuel Rivas, Emilio Silva y Christian Caujolle y expertos de varias disciplinas. Desvelados, el título de este libro, juega con el doble sentido de la palabra. La primera –impedir el sueño– atañe a los muertos, mientras que la segunda –quitar un velo– incumbe a la sociedad completa.
